viernes, 30 de enero de 2009

domingo, 18 de enero de 2009

OPINION SOBRE LA ELIMINACION DE D.T.JUNTO A LOS TATAMIS

Es muy interesante la opinión del Prof.Miguel A.Guedea -del Judo Español-, sobre la disposición de la F.I.J. de eliminar la presencia de los D.Técnicos junto a los Tatamis en las Competencias.

REFLEXIONES DE UN PROFESOR:
“Tampoco esta tan mal”.
Por: José Ángel Guedea.

Después de pasar mi primera experiencia en una competición de carácter nacional, el sector senior, sin entrenadores en la silla, mi opinión es que “tampoco está tan mal”.
Inicialmente parece que dejar “desarropado” al competidor en el momento de salir iba a ser, preocupante y sin embargo no ha sido así.

¿Y por que digo esto?
Muchas veces la sensación es mayor en el entrenador que en el propio competidor. Los entrenadores pensamos muchas veces que somos imprescindibles en el momento de la competición. Lo cierto es, que nos parece en muchos casos que nos hemos hecho importantes para nuestros competidores en el momento de competir y en algunos casos también nos hemos hecho importantes en la vida deportiva de nuestro competidor pero una vez iniciado el combate, es una realidad, que es muy poco lo que podemos hacer y nuestra eficacia y nuestro trabajo se reduce al tiempo hasta el momento de salir a competir, en las planificaciones, en los entrenamientos, en la preparación de la competición, en el calentamiento… y en el momento en que nuestro competidor sale al tapiz, desde fuera ya podemos hacer muy poco.
En el momento en que entra en el tatami, hacemos lo que nos parece mejor para ayudarle, le animamos, le damos indicaciones, nos dirigimos directa o indirectamente a los árbitros y el competidor muchas veces va a su aire, hace lo que puede y lo que le deja hacer el contrario y el entrenador lo que hacemos a veces es desahogarnos y hacer nuestra competición.
Como dijo mi amigo Julen Idarreta antes de empezar. “Siendo así, ahora tendremos que aleccionar al competidor antes de salir”, y es evidente que tiene que ser así… Hasta ahora los entrenadores en un combate de Judo intentábamos ayudar transmitiendo confianza y comunicando indicaciones que pensábamos que servían. Ahora la confianza tendremos que comunicarla antes y las indicaciones que muchas veces el competidor no entendía, no sabia asimilar y no podía aplicar, tenemos que conseguir que las tenga aprendidas, asimiladas y dispuestas a punto, antes. Y durante la competición, mientras nos podamos comunicar con el competidor durante el calentamiento y entre los combates… “tampoco está tan mal”.

Ventajas:-
El entrenador tiene mayor autonomía para ver a su competidor desde donde quiera o desde donde le dejen, con una menor responsabilidad de lo que sucede puntualmente sobre el tatami, y gritar indicaciones si puede y “si procede”, por supuesto desde más lejos pero diciendo lo imprescindible para servir de recordatorio. Al estar más lejos el entrenador solo “gritará”, si grita para recordar lo justo. No presiona al competidor, no presiona a los árbitros, no se “enfrenta” con el otro entrenador.-
El competidor al encontrarse “solo” está menos presionado. Sabe que su entrenador está allí, que quiere ayudarle, es consciente de todo lo que han trabajado, de lo que siente y de lo que piensa, y si se ha preparado bien, resolverá tanto esté con su entrenador como si no. La confianza del competidor, proviene del entrenamiento realizado, de su seguridad para competir y es en el calentamiento mediante sus sensaciones, el momento en que tiene que ajustar el nivel óptimo de activación que le hará afrontar con confianza sus combates. -
No poder estar junto al tapiz, de alguna manera libera al entrenador de la responsabilidad puntual del combate.-
El entrenador no tiene la posibilidad de perder sus papeles en público y de dar una mala imagen.- El entrenador no se enfrenta con el otro entrenador. Muchas veces se realizaba un combate paralelo al borde del tatami, quién gritaba más, quién daba más indicaciones, quién conseguía influenciar más a los árbitros… y al terminar el combate quedaba una sensación de ganador o de perdedor entre los entrenadores totalmente fuera de lugar.-
El entrenador no influye y no se enfrenta con los árbitros, los árbitros se encuentran más relajados y pueden hacerlo mejor.

Inconvenientes:
Y si soy sincero, no encuentro inconvenientes. Aun así reconozco que me gustaría estar junto a mi competidor lo más cerca posible, antes durante y después, y durante el combate incluso “pelearme” junto a él para ayudarle hasta el final.
Quizá el único inconveniente, si puede llamarse así, sean los lazos de complicidad que se van a perder entre entrenador y deportista, que se creaban en el momento del combate y que derivaban en una relación importante después de la competición y que a raíz de ese momento y fruto de esa motivación se afianzaba crecía y a través de una programación y un entrenamiento más serio podía dar la posibilidad de esa transmisión de valores en los dos sentidos que en el Judo tiene lugar. Pero que también pueden surgir durante la preparación de la competición, en los entrenamientos y en la competición pudiendo compartir el tiempo del calentamiento, las transiciones…Como ya dije en su momento…“De todas formas:Podrá gustarnos o no, pero las cosas son como son y si a partir de ahora se van a hacer así, van a ser así. El Judo sigue adelante. Las competiciones de Judo se van a seguir celebrando y nuestros pupilos van a seguir compitiendo.
El tema que ahora se nos plantea es, cuál va a ser nuestra función, desde donde y como la vamos a desarrollar. Se supone que como entrenadores seguiremos asumiendo la función de acompañar y arropar al competidor durante el calentamiento, para controlar que lo realice correctamente, para infundir confianza, para dar indicaciones de cómo afrontar al primer rival…para estar con él y acompañarlo hasta el último minuto…”
Se nos ha liberado de estar en la silla, de alguna forma vivimos de otra forma el momento puntual de cada combate…Y esta manera a la que nos acabaremos acostumbrando…, “tampoco está tan mal…”
15-01-09